Hoy me encamino a Ti, hoy mi viaje parte para encontrate, para regresar a contemplar tu mirada y volver a hablar contigo, para encontrarnos como en otros momentos, en intimidad y fundirnos en un abrazo del alma.

Hablemos de aquella tarde,del minuto exacto en que nos ofrecimos la mirada despues del beso,hablemos de ese momento en el que quise detener el tiempo que disipara de tu distancia, hablemos de ellos y de todas esas cosas que pienso mientras te miro.

Hablemos de este primavera que florece en mi tan de repente como si el azahar que espero en marzo acabara de estallar en tu mirada.

Hablemos que mientras aguardo nuestro momento te abrazo en el silencio de mis dias, quisiera hablarte de las lecciones que aprendí, del amargor con el que avaces nublaste mi sol, y mientras te hablo sueño con acercarte mis labios ala frontera de tu piel, que de aquella  amargura viva vino mi felicidad y esas ganas de tomar posesión de los sentidos, que de aquel dolor llego esta espera, que ya podrá desbordarse el cielo y hacer de la ciudad un océano que a ti iré nadando con la herida abierta que sacude al corazón, te esperaré siempre, pero estas cosas hacen que la espera sea mas corta, dicen que la viva es sentir sin amargura, aunque a mi me vale sentirla para consolar las tuyas.

Y fue en aquella ocasión en la que empecé a pensar y a repasar una vieja carta que habia escrito, fué en un apartado que hablaba acerca de la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad. Y pensé en cómo pude poner la palabra “buscar” ahí en medio, como si nadie realmente pudiera alcanzar la felicidad. ¿Significa que la felicidad es algo que estamos destinados a buscar, pero que nunca encontraremos?

Te diré una cosa, pudimos tener una vida juntos, una vida que te cagas, en nuestro propio mundo, pero tú no quisiste ¿y qué tenemos ahora? NADA, Todo se basa en eso, es lo único que tenemos, nada más y espero que sepas eso aunque nunca sepas el resto. Cuenta las pocas veces que hemos estado juntos en casi todo el tiempo que nos conocemos, ¡mide la puta correa con la que me atas y luego pregúntame y dime que me vas a matar por algo que no me das casi nunca!

¡No tienes idea de lo que sufro!

Qué arrogantes somos. Nos da tanto miedo enamorarnos

que intentamos prevenirlo. No vemos que es un

privilegio envejecer junto a alguien, alguien que no te empuje a cometer tonterias o que no te humille hasta hundirte en la miseria. Es bonito.

La verdad es que desde que te ví por primera vez nunca he sabido como acabaría todo, es más, lo único que sé con certeza es como empezó todo. 

Te quiero cuando tienes frío, te quiero cuando tardas más de lo esperado en una cita, adoro la arruga que se te forma aquí cuando me miras como si estuviera loco, te quiero cuando después de pasar el día contigo mi ropa huele a tu perfume y quiero que seas tú la última persona con la que hable antes de dormirme por las noches. Y eso no es porque esté solo ni tampoco porque sea nochevieja. He venido aquí esta noche porque cuando te das cuenta de que quieres pasar el resto de tu vida con alguien, deseas que el resto de tu vida empiece lo antes posible.